Narda Lepes siempre dice que las sobras no son sobras, son comida. Y es que ponerles el calificativo de sobra muchas veces hace que en lugar de consumirlas o reciclarlas, terminen en la basura. Las cifras de desechos alimentarios son realmente alarmantes, y para mi sorpresa y calculo que la de muchos también, donde hay mayor porcentaje de desperdicio no es en las empresas, sino en los hogares. Según algunos estudios realizados en Latinoamérica (pre pandemia) la cifra de desperdicio en los hogares alcanzaba casi el 42% y la de empresas de producción un 39%. Estamos hablando de toneladas y toneladas de alimentos que en muchos casos están aptos para consumo humano.
El concepto del Zero Waste o Desperdicio Cero no se refiere únicamente al desperdicio de alimentos, sino que es un concepto más global en relación al desperdicio. Implica tomar conciencia a la hora de comprar y consumir alimentos. Esto quiere decir que no alcanza solamente con utilizar los tallos y cáscaras en lugar de descartarlos, sino que empieza desde el momento en qué efectuamos la compra, por ejemplo, no comprando por demás u optar por productos que no vengan envueltos en plástico.
Quizás cuando tiramos desechos de comida en la basura no dimensionamos que con este pequeño acto estamos contribuyendo al cambio climático. Esos desechos orgánicos sin clasificar, terminan siendo arrojados en los rellenos sanitarios junto con toda la otra basura. Este tipo de desechos fermentan y por ende liberan gases como el metano, un gas de efecto invernadero.
Entonces, ¿qué podemos hacer para sumarnos a esta tendencia? La respuesta es: ¡MUCHAS COSAS! Por suerte son muchas, porque reducir nuestros desperdicios no solamente es salir corriendo a comprar una compostera (¡aunque es una muy buena opción!), sino que hay un montón de otras cosas que podemos ir haciendo para tomar conciencia. Estas son algunas ideas:
Comprar de forma moderada
Esto es simplemente no comprar de más ni por impulso, ya que hay altas chances de que luego una parte de esa compra termine en la basura.
Almacenar correctamente los alimentos
Ya que esto puede alargar o por el contrario, acortar la vida útil. No todos los vegetales van a la heladera, por ejemplo, y no todos deben estar conviviendo juntos en un cajón, ya que a veces en el proceso de maduración de la fruta por ejemplo, se emiten gases que pueden dañar otras cosas.
Aprender sobre diferentes métodos de conservación
Además del clásico congelado: conservas, dulces, pickles, encurtidos y fermentados. No todos los métodos aplican para todos los alimentos, pero sí todos alargan la vida útil.