El trauma tiene que ver con un encuentro disruptivo, donde la persona queda con una gran dificultad de que pueda metabolizar. Muchas veces se impone en un retorno tortuoso, como bien se describe en los manuales americanos a propósito del estrés post- traumático.
El trauma implica la detención del tiempo. ¿Por qué el trauma implica la detención del tiempo? Es porque en ese lugar las palabras perdieron su validez.
En el excelente libro La sociedad de la nieve [1] pone en juego estas cuestiones.
Las respuestas parecen encontrarse en los testimonios de los sobrevivientes: el amor y el grupo. Los dos significantes coinciden en todos los testimonios.
El alud probablemente fue el acontecimiento más terrible para los sobrevivientes de los 72 días en los Andes, pero también el acontecimiento que terminó de consolidar el grupo en el “cuerpo de varios”
Coche Inciarte manifiesta que “cuando permanecimos sepultados bajo la nieve durante tres días después del alud, se creó un antes y un después, separando dos historias diferentes.
Salimos ocho menos, pero salió uno más, y ese “más uno” inmaterial nos advirtió que se terminaban definitivamente las mezquindades de la sociedad “civilizada”.
[1] Vierci, P. (2009 La sociedad de la nieve. Editorial Sudamericana, Montevideo.