¿Cuáles son los objetivos generales para la M19 de Old Boys?

Los objetivos de Old Boys Rugby son formar jugadores e incidir en lo que es la formación personal del jugador, por la etapa en la que están. Nosotros, en particular, cuando comenzó el año nos juntamos con los chicos, y entre todos definimos cuales iban a ser nuestros objetivos del año. Uno de ellos fue tener dos equipos todo el año, que uno de ellos fue Azulgrana, quien estuvo siempre y tuvo pocos rivales; y el otro era sentirse parte de un plantel, parte del club, formar un buen grupo, viniendo gente de afuera y demás. Creo que se logró.

¿Habías tenido alguna experiencia previa dirigiendo juveniles?

Un poco, con el Seven, en donde siempre hay juveniles y esta buenísimo, pero no con un proceso de un año entero, es totalmente diferente ya que entrenas tres veces por semana, objetivos diferentes, así que no.

¿Cómo definirías tu experiencia personal como entrenador en el 2021?

La verdad que supero todas mis expectativas, estuve mucho tiempo en el club, hice muchos amigos, así que, mejor imposible. No sé si podía aportar mucho en lo rugbístico, más que nada en la parte de relaciones que es lo que más me gusta, para mí fue tremenda experiencia.

¿Cómo llegaste a ser técnico de la M19? ¿Cómo se conformó el staff?

Por Gonza Amaya, él me llamó. Él conformó el staff. El staff era un grupo muy lindo, estaba integrado por los managers, que eran Mame Delucchi y Charlie Deus, tremendo laburo. Después estaba “Rodri” Anguita como preparador físico, con toda la mística, y aportó mucho en lo mental también. Luego, Edu Nin, que se sumó a mitad de año al grupo; Juan Manuel Cat, capitán de primera, que tuvo un rol muy importante, con su experiencia en lo que es el juego, y además para los chicos sabiendo que dentro de poco comparten plantel con él, un crack. Después estaba el “Chino” Freyre, que lo conocía poco y ahora creo que es mi mejor amigo, y en la cabeza estaba Gonzalo Amaya como responsable, que hace todo bien. Tremendo grupo.

¿Te viste reflejado en esos chicos cuando tenías esa edad?

Estos están despegados. Me vi reflejado, y una de las cosas que traté de hacer, fue pensar, qué cosas necesitaba yo en ese momento, para yo desde este rol, poder dárselas.

¿Dónde podés notar las diferencias entre dirigir mayores y juveniles?

Tenés mucho más poder de incidencia en los juveniles, en todo sentido, en el juego, en la vida, por la etapa en la que están y me gusta mucho más, no por lo rugbístico, sino que por la etapa en que están, previo a pasar al plantel superior, es un lindo momento.

Un resumen del año; ¿qué fue lo que más disfrutaste?

Se lo dije muchas veces a los chicos, no cambiaría nada de lo que fue el año. Arrancamos con zoom, entrenando cada uno por su cuenta, diferente a otros años de la 19, y me encantó que haya sido así. Hubo gente que quedó afuera de un plantel y venía los sábados temprano a entrenar, lo que fue tremendo ejemplo para la formación del grupo. Después, perdimos, empatamos, sufrimos, lo cual nos ayudó muchísimo, lo necesitábamos, nos hizo aprender y pensar. Fue un gran proceso que evolucionó mucho en el año y terminamos en lo más arriba, en cuanto a rugby y a nivel grupal.

¿Sentiste que el laburo que hicieron se notó?

Si, sin dudas, progresaron muchísimo en lo que es juego. Se arraigó mucho el sistema de juego que se utiliza en el plantel superior, me parece re importante que se mantenga una misma línea y se mantiene impregnado en los chicos. Fue un desafío, depende del rival, que detalles cambiar, eso fue progresivo y se re noto, terminamos muy arriba.

¿Qué sensación te dejaron los dos partidos con OCC en la clasificación? ¿Era imposible ganar o que si se hubiese jugado mejor se podía haber ganado?

No era imposible ganar, pero nos hizo despertar a nosotros. Ellos fueron superiores los dos partidos, se notó también en el resultado, uno perdimos por una diferencia de 23 y el otro de 30 puntos. Teníamos que cambiar, laburar y pensar. Estuvo bueno perder, sentarnos a analizar, siempre pensando en que iba a haber una revancha, la cual se dio, el laburo se hizo y todos confiamos en los cambios y eso se notó.

Se notó una evolución en el equipo desde la última caída en OCC, hasta la final, ganando la semifinal vs Seminario. ¿Cómo fueron esas semanas? ¿En qué momento hicieron el click?

Seminario, tremendo equipo, estuvo muy bueno, fue un punto importantísimo esa semifinal que jugamos acá, ayudo a darnos cuenta que íbamos por buen camino, habíamos empatado el partido anterior y en la semi le sacamos 13 puntos, jugamos muy bien. Lo mejor de las últimas semanas fue el apoyo que tuvimos de todo el club, tanto mensajes como compartir entrenamiento con plantel superior, todos en apoyo a nuestro partido, se sintió muchísimo y fue fundamental. El click lo hicimos después de la segunda derrota vs OCC, teníamos tres partidos para implementar el nuevo sistema que cada vez fue progresando más.

¿Cómo fue la final? ¿Qué sensación te dejó?

Lo primero que se me viene a la cabeza es orgullo. Minuto 70 e íbamos 9-9, hasta ese minuto se hizo un partido perfecto; se canalizó toda esa motivación en esas semanas, fue todo un lindo proceso que disfrutamos muchísimo. Nos salimos un minuto de nuestro sistema de juego y lo pagamos caro contra un equipo que son muy buenos y no te podes regalar. Impresionante el partido y como jugaron cada jugador dió su 110%, fue espectacular.

¿Jugadores que más evolucionaron a lo largo del año?

Todos evolucionaron, si tuviera que remarcar uno o dos, me gustaría decir el “Sheriff”, cuando llegó había arrancado a jugar hace poco, no tenía muchos conceptos ni técnica individual, y terminó mejorando muchísimo y con confianza. Después, Agustín Torres, impresionante, hizo un click en un momento e hizo una evolución enorme. Te podría decir muchos más, es injusto.

¿Hay staff para rato?

Sí, seguro, hay staff para rato.

¿Qué te gustaría decirles a los chicos que entrenaste?

Primero, gracias, por tremenda experiencia, estoy muy orgulloso de todos, y que esto recién empieza.

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