En 2010 Old Boys volvió a ser campeón después de 35 años. Muchas veces estuvimos cerca de ser campeones, pero no se nos había dado. Finalmente, en un cuadrangular final le ganamos a Christians, Polo y PSG y conseguimos lo que tanto habíamos buscado: el campeonato uruguayo de Primera División.

También ese mismo año, y tras la exitosa gira a España y Francia en 2009, empezamos a soñar con hacer una gira a Nueva Zelanda con el plantel superior, y poder ver en vivo la Rugby World Cup 2011 que volvía a la tierra de los All Blacks después de 23 años, cuando se jugó la primera RWC en 1987.

Armamos una comisión organizadora con Federico “Toro” Sterenstein, Seba Salveraglio, Juan Cat y Quincy Stefani. El interés de los posibles viajeros fue inmediato ya que la propuesta era imperdible: al exótico destino se le sumaba ver una RWC en un país donde el rugby es una religión. Se dice que en Nueva Zelanda el cargo más importante es el de Primer Ministro y el segundo en importancia es el de técnico de los All Blacks. Podemos asegurar que, durante ese mundial, en setiembre de 2011, Graham Henry y Richie McCaw fueron más importantes que Sir John Key.

Para organizar el viaje usamos los muchos contactos que teníamos a partir de las participaciones de equipos kiwis en el Seven de Punta. Así fue que nos ayudaron mucho Eric Rush, Craig Innes, Paul Hendry, Gordon Tietjens y Greg Fitzsimmons, entre otros. Como primera iniciativa, nos planteamos hacer una buena revista para juntar fondos y realmente nos quedó tremenda.  Escrita en inglés y español, incluía excelentes artículos escritos por jugadores extranjeros tales como Eric Rush, Craig Innes y Juan Fernández Lobbe, entrenadores como Bob Dwyer, Eddie O Sullivan y Gordon Tietjens, periodistas como el fijiano Graham Eden, jugadores del Club que jugaron mundiales como Toco Perez, Jose Viana, Alfonso Cardoso, Joaquin Pastore y Chapi Campomar y directivos como Pedro Bordaberry. ¡Reviston!

Armamos un itinerario tentativo que incluía visitar ciudades en la Isla norte y en la Isla Sur. Este itinerario debió ser cambiado por el devastador terremoto que provocó muchos daños en Christchurch en el primer semestre de 2011. Debido a esto prolongamos la estadía prevista en Queenstown y, si bien nos quedamos sin conocer Christchurch, esta ciudad resulto una de las mejores sorpresas de la gira.

Con más de 40 personas anotadas entre jugadores y staff, nos aparece un pedido atípico para las giras del Club: Juan Cat y Bull Alonso nos pidieron incluir a sus hijos, Juan Manuel y Joaquin y a dos amigos, Tommy Spradling y Juani Gari, todos ellos de 15 años. Lo pensamos un poco y dijimos ¿por qué no? Fue una decisión perfecta. Los chicos disfrutaron inmensamente, se relacionaron perfectamente con todo el grupo y la realidad actual nos muestra a Juan Manuel Cat como capitán de Old Boys campeón 2021 y jugador y figura de Uruguay en la RWC de Japón 2019, y a Joaquin Alonso como jugador de la primera del Club también campeón 2021 y jugador de Uruguay 7.

A pocas semanas de viajar nos aparece un problema importante. Ninguno de los técnicos activos del Club ni otros ex técnicos podían viajar. Definitivamente este no era un problema menor, ya que el viaje incluía mucha diversión, pero también queríamos presentar un buen nivel de rugby. Alguien sabiamente sugiere el nombre de Marcos Caldo, ex jugador de La Tablada de Córdoba que ya había estado un par de veces en Montevideo y nos había ayudado en entrenamientos en anteriores visitas a Córdoba. Seba lo llamo a Marcos con el inusual planteo un par de semanas antes y Marcos no dudó en sumarse. No pudimos haber elegido mejor. Marcos se adaptó perfectamente, demostró ser un excelente entrenador y una persona excepcional. Todo el grupo, sin excepciones, tuvo una relación buenísima con Marcos, aprovechando al máximo sus conocimientos de rugby en cada entrenamiento.

Llegamos a Auckland y ese mismo día nos fuimos a ver Fiji vs Samoa en el mítico Eden Park, que estaba completamente lleno. Un sueño cumplido para todos. Ver un partido del Mundial en ese estadio tan icónico.

Ya al otro día, de Auckland volamos a Queenstown en la isla Sur, un lugar divino con infinitas actividades para hacer: paracaidismo, rafting, bungee jumping, y por supuesto rugby. Todos los días empezaban con una muy buena práctica de rugby en una cancha cercana al hostel y no había excusas para faltar. Marcos inmediatamente demostró todo lo que nos podía aportar y armó prácticas divertidas, exigentes y de excelente nivel. Nos estábamos preparando para los dos partidos que teníamos en la gira, Petone RC en Welligton y North Shore Rugby en Auckland. Nos quedamos varios días en Queenstown y todos disfrutamos muchísimo de las múltiples actividades, incluido unos karts alucinantes donde bajabas una montaña por una pista muy sinuosa.

Imposible olvidarse tampoco del paseo en las lanchas rápidas de Shotover, en un río bordeado por acantilados, donde los pilotos hacían maniobras muy riesgosas con total control de las lanchas.

De Queenstown nos fuimos a la divina capital de Nueva Zelanda, Wellington, donde nos esperaba no sólo dos partidos del Mundia,l sino además nuestro primer partido con Petone RC.

Ahí fue donde vimos a los All Blacks ganarle bien a Canadá, y nosotros pudimos disfrutar de una experiencia única, ver a los de negro jugar en vivo, camino a su segunda copa del Mundo. Al otro día tocó ver a Tonga ganarle a Francia en un partido muy parejo y con derrota inesperada para los franceses. Sin saberlo habíamos visto jugar a los dos equipos que jugarían la parejísima final de ese mundial, Francia y All Blacks.

Previo al partido, fuimos a jugar con Petone RC un partido amistoso con sustituciones libres de manera de hacer jugar la mayor cantidad posible de jugadores. Realmente no sabíamos que esperar del nivel de nuestros rivales, pero sabíamos que eran un equipo muy tradicional de Welligton y por supuesto, que si eran kiwis no podían ser flojos. A poco de empezar el partido se generó un incidente duro donde terminó lesionado y con varios dientes menos un jugador de Petone. En ese momento pensamos que el partido se iba a poner muy picado, pero lo que siguió fue un partido duro pero limpio, donde los de Petone nos ganaron 22-17. Quedamos conformes porque finalmente habíamos jugado rugby en Nueva Zelanda, pero además habíamos hecho buen partido con mucha actitud en defensa y jugando de manos cada vez que pudimos.

En Wellington nos entregaron las 6 vans Toyota que habíamos alquilado y arrancamos camino a Rotorua con una parada en el New Zealand Academy of Rugby en Massey University. Un centro espectacular, con instalaciones excelentes, que incluían canchas, gimnasios, alojamiento, comedor, salas de conferencia y clínica de medicina deportiva, entre otras cosas. Ahí tuvimos un muy buen entrenamiento con coaches de la academia y entre muchas otras cosas, nos impresionó como trabajaban en detalle el perfeccionamiento de las destrezas. Un par de años más tarde varios jugadores del Colegio y Old Boys volvieron a perfeccionarse en ese centro, entre ellos Juan Manuel Cat.

Luego de un largo viaje llegamos bastante agotados a Rotorua. Al otro día visitamos los parques nacionales con geizers característicos del lugar. Rotorua es una cuidad construida en una zona volcánica, donde el olor a azufre se siente permanentemente, poco agradable pero muy particular.

De Rotorua seguimos en las vans con dirección a Auckland, donde nos esperaba una ciudad divina y el partido con North Shore Rugby.

La movida en las vans salió muy bien. No tuvimos ningún incidente, aunque manejar con el volante del lado derecho no es fácil, y anduvimos muchos kilómetros tanto en ruta como en ciudades.

Auckland es una ciudad construida sobre una bahía espectacular. Nos alojamos en un Hostel YHA, como ya lo habíamos hecho en otras ciudades, y funcionaron perfecto. Precios accesibles, cuartos limpios y cómodos y no tuvimos ningún problema de convivencia entre todos los que estuvimos, y eso que éramos una delegación muy numerosa y ruidosa. Pero como en todos los viajes de Old Boys la conducta fue intachable.

Al segundo día en Auckland cruzamos Bay Bridge para ir al North Shore Rugby Club a jugar nuestro segundo y último partido de la gira. La única referencia previa que teníamos de este club era que su técnico era el famoso Buck Shelford, legendario ex capitán de los All Blacks. Cuando llegamos al club nos recibieron muy amablemente los directivos y el capitán del equipo.

Les comentamos que habíamos invitado al partido a Eric Rush y a Craig Innes. Los directivos nos miraron con una mezcla de lástima y sorpresa, convencidos que no había forma que dos ex All Blacks, pudieran venir a su club a ver un partido amistoso con un desconocido equipo de Uruguay. Pero Eric y Craig, una vez más, nos demostraron su calidad humana y se presentaron a saludarnos y ver el partido. Por supuesto que los de North Shore no entendían nada. El partido salió muy entretenido con muchos puntos de los dos equipos, pero ellos siempre fueron superiores. En un momento del segundo tiempo ellos hicieron varios cambios, nos pusimos en partido y, por un momento, pensamos que lo podíamos ganar. Pero al ser con cambios libres, North Shore hizo reingresar a sus tres jugadores estrellas y rápidamente liquidaron el partido. Esa noche le hicimos la despedida de soltero a Seba en un boliche bastante exótico llamado White House, con un portal similar al de la Casa Blanca y con mucha memorabilia de USA en su interior. ¡Muy divertida para todos!!!

Nos quedaba un día libre en Auckland para subir a la Skytower, disfrutar de la ciudad y su bahía. Resto del día libre y a prepararse para el viaje de vuelta al día siguiente.

Posiblemente fue una de las mejores giras que hizo el Club. Visitar un país alucinante como Nueva Zelanda, donde el rugby es una religión, y durante su segundo Mundial. Muy ordenado, seguro, con lugares increíbles y donde no nos falló nada: ¡ni las vans, ni los partidos, ni los alojamientos, ni el grupo… Mejor imposible!